Institucional

Manifiesto

El crecimiento demográfico, las políticas desacertadas, la incidencia de la cultura del mercado de consumo, la carencia de legislaciones para el control de la producción y elaboración de los alimentos, agravado por los efectos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, que afectan a la salud e intensifican la desigualdad social, por falta de educación y trabajo, amenazando el bienestar de las generaciones presentes y futuras; requieren del mayor compromiso de la sociedad, y que los grupos de poder de cada región del mundo logren consensos sobre las acciones necesarias para revertir estas tendencias.

En función de ello, se ha resuelto constituir esta entidad de bien público, bajo la forma jurídica de una fundación sin fines de lucro, la que estará respaldada económicamente por el Legado del Fundador, el Sr. Alfredo Román Silva, quien, a través de más de 60 años de trayectoria empresarial, ha convocado a la cultura del conocimiento y el trabajo, sustentada en valores que trasciendan a la comunidad, para el desarrollo humano, creando varias fundaciones, la última “Trabajo y Desarrollo Humano”, la cual ha tratado temáticas compatibles con las problemáticas vigentes.

Se han definido para esta Fundación un propósito y un nombre que pueden ser tomados como propio por todas las personas que se integren a la misma; El anhelo es dotar a esta de una estructura abierta que permita incorporar a todos aquellos que se identifiquen con los valores que sustenta, para tener una incidencia global que a la vez posibilite actuar focalizadamente, logrando los cambios que requieren las distintas problemáticas.

Para ello, establecerá alianzas y cursos de acción con líderes, actores políticos, instituciones públicas y privadas, nacionales e internacionales, concitando las donaciones e inversiones necesarias, para generar el mayor nivel de incidencia y coparticipación social.

Esta Fundación se ha constituido por el plazo de 99 años y, como también señala el Estatuto, es voluntad del Fundador que los sucesivos Consejos de Administración prorroguen su duración antes del vencimiento del plazo establecido, en concordancia con el legado que la respalda, así como de los filántropos e instituciones que se sumen para que perdure a lo largo del tiempo.